El susurro violeta de Mallorca: la lavanda
Aroma mallorquín
Cuando llega el verano, también lo hace la lavanda. Los campos se llenan con esta planta aromática, que se expande hasta lo que, para los ojos humanos —y las fotos de Instagram—, parece casi el infinito. Esta planta mediterránea está ligada al clima cálido y soleado, propio del paisaje mallorquín que ofrece las condiciones ideales para su cultivo.
Aunque no es originaria de la isla, la lavanda ha encontrado un hogar perfecto en la isla, especialmente en las zonas rurales y montañosas. Entre los meses de junio y agosto, los campos se transforman en mares de tonos morados y violetas, atrayendo a todo tipo de turistas y amantes de la naturaleza.
Variedades y usos
En Mallorca se pueden encontrar diferentes variedades de lavanda, siendo las más comunes la Lavandula angustifolia (lavanda inglesa) y la Lavandula stoechas (lavanda española). La inglesa es conocida por su fragancia dulce y suave mientras que la española tiene un aroma más fuerte y resinoso.
Referente a su uso, la lavanda ha sido utilizada durante siglos por sus propiedades aromáticas, medicinales y culinarias.
Aromaterapia y cosmética
El aceite esencial de lavanda es uno de los más populares en aromaterapia. Se utiliza para aliviar el estrés, la ansiedad y promover un sueño reparador. En Mallorca, muchos productos cosméticos locales, como jabones, lociones y aceites, contienen lavanda por sus propiedades relajantes y su fragancia agradable.
Medicina natural
Tradicionalmente, la lavanda ha sido utilizada por sus propiedades antisépticas y antiinflamatorias. En la medicina popular mallorquina, las infusiones de lavanda se utilizan para aliviar dolores de cabeza, problemas digestivos y síntomas de resfriados.
Gastronomía
Aunque de manera menos frecuente, la lavanda también encuentra su lugar en la cocina. En Mallorca, algunas recetas de postres y platos gourmet incorporan flores de lavanda para añadir un toque aromático único. Mieles y mermeladas aromatizadas con lavanda son productos típicos que se pueden encontrar en mercados locales.
Calma y conexión
Los campos de lavanda desprenden una sensación de calma y paz muy pocas veces vista, por eso a muchos nos encanta tenerla en casa, para que nos recuerde a esos paisajes de susurro violeta cuando estamos en nuestro hogar. Generalmente, son ramos de lavanda seca que se utilizan para decorar cualquier espacio, desde casas hasta hoteles y eventos, aportando un toque rústico y elegante.
También es una planta que influye en el contexto artístico, inspirando a pintores y artesanos a reflejarla con su color y forma distintiva.
La lavanda lleva tantos años en el paisaje mallorquín que ya es indispensable un verano sin ella. Es un símbolo de conexión con la naturaleza y la cultura de la isla. Desde su impresionante floración que pinta los paisajes veraniegos de morado, hasta sus múltiples usos en la vida cotidiana, la lavanda es un tesoro aromático y visual que enriquece la vida de los mallorquines.